CONCLUSIONES DE LA VI JORNADA
DE LA ASOCIACION CRISTIANAS Y CRISTIANOS HOY
"CIENCIA Y MÍSTICA, ENCUENTRO DE MIRADAS"
Centro Joaquín Roncal, Zaragoza, 27 de octubre de 2012
Encuentro de miradas... Ciencia y
Mística se miran. Tienen que mirarse para encontrarse, no para excluirse.
La mirada mística es la mirada simple a la realidad. Para eso están hechos nuestros ojos. La mirada científica nos ayuda a ver lo invisible, a abrir el enfoque, muchas veces estrecho, y por lo tanto superficial. Nos interpela para abrirnos al Misterio. Es posible sentirse en contacto con el Misterio mirando una célula por el microscopio (Mª Victoria Arruga).
El Misterio es el fondo de lo
real, un fondo al que nunca se llega. Cuanto más profundizamos en él, cuánto
más desvelamos, más Misterio hay.
Nuestra mente compleja, nuestra
inteligencia, nuestra conciencia... necesitan conocer ese Misterio, entenderlo,
a veces dominarlo...
Tanto la ciencia como la religión
intentan dar respuesta a este Misterio. Por lo tanto, no tendría por qué haber
conflicto. El problema está cuando se absolutizan y se meten cada una en el
plano de la otra.
· La religión se vuelve dogmática, y pretende
dictar sus verdades a la ciencia.
· La ciencia reacciona planteando que sólo es real
lo que se puede conocer empíricamente.
Nosotros, nosotras, no somos el
centro ni el culmen del Universo. Somos seres en relación. Todo está conectado,
y forma parte de la realidad de este mundo conocido. Y de lo desconocido. Desde
lo más pequeño observable sólo al microscopio hasta lo más grande, a lo que
llamamos Universo.
A ese Todo, que es más que la
suma de las partes, le llamamos Dios. No es un ser que ha diseñado o ha puesto
en marcha el Universo. No necesitamos a un Dios para que nos explique, sino un
Misterio en el que confiar.
Un Misterio que es eterno hoy, lo
fue ayer y lo seguirá siendo mañana. Porque la eternidad no se mide en el
tiempo.
La explicación científica y la
explicación religiosa, por sí sólas, no sirven para explicar la realidad. No
podemos creer lo que no entendemos, ni podemos abarcar el Misterio con nuestro
entendimiento. Nosotros somos parte de ese Misterio que queremos comprender.
La mística es la conexión con ese
Todo. La ciencia y la religión son mapas que nos ayudan a recorrer ese
territorio. Porque el Universo es lo que es, no lo que vemos. Las flores no
florecen para que las admiremos. Florecen para el Universo y su armonía.
Seamos científicos. No tengamos
miedo a querer entender aquello en lo que creemos. Hagamos que nuestra vida
hoy, en el “más acá”, merezca la pena ser vivida. Contribuyamos a esa armonía
del Universo, cada uno y cada una según su conciencia.
Seamos místicos. Seamos místicas.
Entremos de lleno en el Misterio.